miércoles, 7 de julio de 2010

Drogas en los adolescentes..

¿QUÉ HACEN LOS ADOLESCENTES CUANDO TOMAN UNA DROGA?

La mayoría de las personas consumen diversas sustancias al día que son capaces de alterar su estado psíquico, como el café, el alcohol o los cigarrillos. Cuando cualquier persona, en cualquier ocasión del día, toma una sustancia capaz de alterar el estado psíquico que tiene en ese momento, hace algo más que poner en relación su organismo con una droga. Existen cuatro elementos que definen el acto de usar una droga, cualquier droga, incluido el alcohol: las expectativas, la institucionalización, la relación social y el contexto vital en el que se usan. Cada uno de esos elementos, además, desde la perspectiva adolescente, tiene unos aspectos concretos y específicos a destacar.

Las expectativas:

En cualquier relación con las drogas lo más importante son los usos no las sustancias. Cuando se utiliza una droga se tienen expectativas de obtener unos efectos determinados, se busca conseguir un placer, alcanzar un estado personal diferente. En el caso de los adolescentes, las expectativas de efectos tendrán más importancia que los propios efectos. Entusiasmo, imaginación, modas, publicidad, culturas, reacciones adultas, etcétera, se mezclan para crear un complejo mundo de expectativas. En los adolescentes, dichas expectativas tienen mayor importancia que los propios efectos. Las expectativas son a menudo más problemáticas que la sustancia en sí. Entre los adolescentes, los usos de drogas también responden a modas que ellos crean, reciben o alteran y que se difunden por su boca a boca particular. Para poder prevenir el problema de las drogas hay que empezar sabiendo que se espera de ellas. Nada atrae más que aquello de lo que se espera mucho. Una buena expectativa y un buen ambiente son los componentes básicos de un buen “coloque”.

La Relación Social:

El uso de drogas supone un posicionamiento de la persona con respecto a los demás. Los adolescentes buscan continuamente su identidad. Muchos de los usos de las drogas se deben a que un adolescente quiere pertenecer a un grupo determinado. En el caso de los adolescentes se debe recordar que no hay adolescente sin grupo o que ser adolescente es estar en busca continua de la propia identidad. Los usos de drogas no son banales y gratuitos, ya que suelen ser potentes generadores de identidad, provisional, en el seno de un grupo. Muchos comienzan asociados a conductas que sirven para definir un grupo al cual quiere incorporarse un adolescente.

El Contexto Vital En El Que Se Usan:

El uso de drogas tiene sentido de función de contextos vitales concretos. Nada tiene que ver usar drogas para obtener un mejor rendimiento, con hacerlo para pasar un buen rato de ocio. Usarlas en relación con un determinado malestar o enfermedad poco tiene que ver con su uso en los tiempos destinados a la búsqueda del placer. Tienen que ver con el conjunto de contextos y necesidades en los que se desarrolla la vida de cada día de una persona. En los adultos el uso tiene que ver con el rendimiento, el éxito laboral, las relaciones, etcétera. Con los adolescentes pasa igual. Gran parte de las relaciones de los adolescentes con las drogas tiene que ver con sus tiempos y espacios de diversión. La principal dificultad suele ser, saber cómo incidir positivamente en cada contexto concreto. Es difícil encontrar fórmulas de actuación destinadas a la construcción de un ocio que no necesite, contar con determinados usos de alcohol.

Usos Y Hábitos:

No es lo mismo consumir poco y en diferentes situaciones que abusar masivamente de él en el fin de semana: no es lo mismo beber cerveza en un concierto de rock que llenarse de combinados en la discoteca; no es lo mismo para un europeo con el alcohol formando parte de su civilización que para un árabe cuya cultura se lo prohíbe. Algunas drogas son altamente adictivas para la mayoría de formas de uso, mientras que otras sólo en contados casos y situaciones crearán auténticos adictos. Los individuos, como seres adaptativos, adquieren hábitos y formas de conducta que suponen la tendencia automática a actuar de una determinada manera. Se tiende a un determinado consumo por la instauración de un hábito: una respuesta condicionada por el aprendizaje y que se ejecuta casi automáticamente. Pedir una copa de coñac tras una comida opulenta, encender un cigarrillo en una situación de espera, son consumos instaurados a partir de hábitos y muchas personas son dependientes de esos hábitos.

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